El agua del mar ya esta fría de verdad, seguramente en su punto más bajo del año, y se mantendrá así entre seis y ocho semanas. Ya contamos hace unos días ese punto extra de motivación que necesitamos para nadar en invierno, sobre todo en el mar. Nada que un buen traje de neopreno no pueda solucionar. Pero, ¿Comprar un neopreno, con lo caros que son?
Por poco más de 100 euros puedes tener un traje de neopreno, pero si quieres calidad (léase comodidad) tendrás que gastarte un poco más (¡y los hay de hasta 850 euros!). Digamos que un precio medio (para una gama de calidad aceptable) podría ser 300 euros. Y te preguntas: ¿Hasta qué punto merece la pena gastarse 600 euros en lugar de 300?
El precio, evidentemente, depende de las características del traje de neopreno en sí, pero lo que hay que tener en cuenta es cómo te vas a sentir con él: principalmente libertad de movimientos y grosor del neopreno (del que depende tanto el aislamiento térmico como la flotabilidad), pero también son importantes la facilidad para poner y quitar y el acabado de la tela exterior (que facilita el deslizamiento al disminuir la resistencia al agua).
Además de ayudarte a sobrellevar el frío, el efecto más importante del traje es la mayor flotabilidad que te da en el agua: tu centro de gravedad estará más alto, habrá menos superficie de rozamiento con el agua y nadarás más rápido. (Por eso precisamente la FINA prohibió el uso de bañadores de cuerpo entero en piscina, hace unos años.)
Hablar de tiempos en aguas abiertas es decir más bien poco; en cualquier caso, si eres triatleta y quieres arañar segundos en la sección a nado, o si en general buscas maneras de mejorar tus tiempos, deberías saber que con un neopreno aumentas la velocidad entre un 5% y un 10% (esto pueden ser entre 3 y 10 segundos a los 100 m) – o bien nadarás a tu velocidad habitual con menos esfuerzo.
Pero para conseguirlo te tienes que gastar el dinero. Si compras un traje malo (esto es, barato) lo peor que te puede pasar es que nades incómodo, con lo cual tu estilo, y por tanto tu velocidad y tu rendimiento, bajarán; pero sobre todo no te gustará nadar con él, y al fin y al cabo ¡nadar es lo que nos gusta! En la red encontrarás docenas de artículo con consejos sobre qué neopreno buscar, cuál te conviene más, las ventajas de cada uno.
Y te vuelves a preguntar: ¿Comprarlo o no? Tal vez verlo con un poco de perspectiva te ayude a decidirlo. ¿Y qué mejor que comparar el precio con lo que cuestan las equipaciones en otros deportes? Vamos a ello.
Una bici de carretera por menos de 700 euros es difícil de encontrar: ponle 1.500 euros de media, y son habituales las que cuestan el doble, y hasta 6.000 euros. ¡Solo la bici! Si eres triatleta, ya conoces el percal. (Y los precios son análogos para bicicletas de montaña.)
¿Te parece una comparación poco justa? Probemos con el esquí: esquís, fijaciones, bastones, botas; más pantalón y chaqueta; más guantes; más gafas y casco (la seguridad es lo primero): un equipo de gama media/baja, completo, estará en los 550 euros.
Más cerca del mar, ¿Quieres iniciarte en el kitesurf? Tabla más cometa (con barra y líneas) más arnés: 1.500 euros como mínimo. Añade un neopreno, un casco, chaleco, escarpines, una bomba para hinchar la cometa… Solo el curso de iniciación ya cuesta casi lo mismo que un neopreno para nadar.
Y una última comparación, tal vez sorprendente: ¿Juegas a fútbol? Solo las botas y la equipación de tu club para los partidos (pantalón, camiseta y medias) te costará unos 100 euros. Y seguramente los tendrás que renovar cada dos años: en seis años, 300 euros.
Un traje de neopreno, si lo cuidas, puede durarte sin problemas de seis a ocho años. ¿Quieres comprar uno, o renovar el tuyo, y el precio te echa para atrás? Piénsalo de nuevo.