Turismo Náutico en Gibraltar. “Nautical Trendsetter”

Gibraltar ha sido moldeada a través de los siglos por cada una de las colonias a las que ha albergado, convirtiéndose en un claro espacio donde se marcan tendencias.

Dejando de lado la histórica controversia entre España y el Reino Unido sobre este territorio de menos de 7 kilómetros cuadrados, Gibraltar ha sido y es un punto de encuentro de gentes, culturas y comercio que ha llegado a un equilibrio tal que salvo por la “verja” casi no se distingue la hermandad de estos dos pueblos.

Es verdad que entre la Linea de la Concepción y Gibraltar existen diferencias en arquitectura y lenguaje pero el trasiego de gente entre ambos países es tan grande a lo largo de los días, cada uno buscando los superlativos de cada lado, que Gibraltar en otro lado del mundo no sería ni la mitad de atractivo que pegada al sur de España.

De hecho, a lo largo del tiempo se ha creado hasta un idioma propio, denominado llanito que no es un spanglish si no la fusión entre palabras y estructuras del castellano con las del inglés, que sumado al marcado acento andaluz le confieren un color casi cómico.

Marcando tendencia

En la actualidad, Gibraltar está viviendo una transformación increíble mirando al mar de una forma especial.

Históricamente esta península siempre ha evolucionado teniendo muy en cuenta las aguas que lo rodeaban pero es ahora cuando la visión como lugar estratégico y de defensa ha perdido algo de peso específico, ganándolo el turismo y muy particularmente el náutico.

Varios son los puertos que tiene Gibraltar, como Mid-Harbour Marina, especializada en superyates, Queensway Quay y Marina Bay, dentro del complejo Ocean Village donde nos vamos a detener en estos momentos.

El Ocean Village es uno de esos proyectos que transforman una ciudad, volviéndolo centro neurálgico para sus gentes y un claro reclamo turístico de Gibraltar pasando a ser un pequeño puerto a principios del 2000 a un puerto deportivo de referencia en la península ibérica.

El Ocean Village ha sabido conjugar el comercio, el mundo de los negocios, el ocio y el turismo en un sólo espacio y con el gran atractivo de la bahía de Algeciras y las cercanas aguas de las costas africanas.

Ocean Village acoge el Marina Bay, el único puerto deportivo del Mediterráneo que acoge un crucero transformado en un hotel de lujo. A parte dispone de amarres para barcos de hasta 90 metros de eslora y cualquier servicio que puedas llegar a necesitar.

La zona de ocio está liderada por su espectacular casino, rodeada de restaurantes y pub´s con un gran ambiente cuando cae la noche.

Pero no todo es ocio en el Ocean Village… También es una estupenda zona de trabajo donde el Leisure Island Business Center ofrece oficinas de primer nivel con una arquitectura de vanguardia para empresas locales o internacionales.

Personalmente no había viajado a Gibraltar desde hace casi diez años y la transformación que ha sufrido esta zona ha sido realmente increíble.

Descubriendo las aguas del Estrecho de Gibraltar

Pero sin lugar a dudas, uno de los grandes superlativos de Gibraltar es poder navegar en las aguas del Estrecho de Gibraltar. La bahía de Algeciras, Tarifa y las cercanas costas de África son un llamada clara al ocio y la náutica.

Si bien hay que tener claro que si recalas en Gibraltar estás entrando en aguas extranjeras y por lo tanto, tienes que cumplir con los trámites administrativos pertinentes, una vez salvado este papeleo puedes disfrutar de actividades como la observación de ballenas y delfines, la navegación a vela, la pesca o la motonáutica, con mucho arraigo entre los ingleses.

Este destino, además es potencialmente recomendable para realizar congresos, incentivos, reuniones o eventos de empresa. Con una comunicación fácil a través del peculiar aeropuerto de Gibraltar, que atraviesa la carretera de entrada a Gibraltar o los aeropuertos españoles de Jerez o Málaga, a menos de una hora de camino, dispones del atractivo Sunborn Yacht Hotel que ejercerá de punto de encuentro para conocer el peñón con sus famosos monos, los más de 50 kilómetros de túneles que tiene la roca, donde en la Segunda Guerra Mundial llegó a haber una ciudad autónoma bajo tierra con hospitales, depósitos de agua, combustible, generadores de electricidad y tiendas de alimentos.

Y como no, es un punto perfecto para poder organizar cualquier actividad náutica en la protección de la bahía y si el tiempo lo permite, navegar en las mágicas aguas del estrecho.

Mi viaje ideal

Esta vez mi viaje ideal pasa por llegar por aire a Gibraltar, a su peculiar aeropuerto pese a estar catalogados como uno de los más peligrosos del mundo para aterrizar ya que la vista aérea del peñón y la bahía de Algeciras con el continente africano al lado es realmente especial.

Ya en Gibraltar, me encuentro ante una disyuntiva ya que me encanta dormir en un velero amarrado a puerto pero esta vez creo que me decantaría por el Yacht Hotel ya que es una experiencia que sólo puedes vivir en Londres y en Gibraltar. Por cierto, este hotel crucero inicialmente estaba proyectado para operar en Barcelona pero finalmente fue Gibraltar quien se llevó este emblemático hotel a sus aguas.

Ya en Gibraltar, un día lo dedicaría a callejear y visitar el peñón con sus túneles y sus monos, los únicos que viven en libertad en toda Europa para por la noche cenar en cualquier restaurante del Ocean Village.

Al día siguiente, sin pensarlo, al agua. Una buena jornada de pesca es casi lo que más me apetecería, navegando por aguas del estrecho para regresar a Marina Bay y disfrutar de una buena cerveza en alguna taberna del puerto.

Y un tercer día lo dedicaría a relajarme y disfrutar del fantástico clima de esta zona sur de la península ibérica.

Nota: artículo publicado en el periódico ABC durante el mes de octubre de 2016