Avistamiento de cetáceos en su medio natural se ha convertido en una actividad cada vez más popular en todo el mundo. La presencia de ballenas jorobadas en la costa ecuatoriana, especialmente en el Parque Nacional Machalilla, es una atracción turística única durante este período del año. Las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) emigran desde la Antártida (Polo Sur) a las aguas tropicales para aparearse y dar a luz a sus crías durante el invierno austral (junio-septiembre). Estas ballenas buscar aguas ecuatorianas para reproducirse porque las crías deben nacer en un ambiente cálido desde que nacen con una fina capa de aislamiento.
Su distribución es en todo el Pacifico y se las ve con frecuencia en las Galápagos, ya que el Archipiélago es conocido como un santuario de ballenas, donde se alimentan también otras especies como la ballena tropical de «Bryde» y los cachalotes.

Las ballenas jorobadas o «Yubartas», Megaptera novaeangliae son inmensas, llegando las hembras a medir 15 metros y 30 a 40 toneladas de peso. Al bucear, arquean su lomo y cola produciendo la apariencia de una joroba, lo cual da origen a su nombre común. Su nombre científico significa «grandes alas de Nueva Inglaterra», y se refiere a sus enormes aletas pectorales de 2.5 metros. Sus movimientos laterales y golpes de agua, hacen que la observación de estas ballenas sea todo un espectáculo. Las «Yubartas» se alimentan exclusivamente durante el verano y viven de sus reservas de grasa durante el invierno. El camarón Krill y peces pequeños en cardumen forman parte de su alimento. Son animales migratorios, que recorren distancias de más de 25.000 kilómetros al año obteniendo así el récord entre los mamíferos. Tienen áreas de alimentación en la región polar, y áreas de reproducción en la región ecuatorial. Ciertos lugares del área marina ecuatorial son utilizados como zonas de apareamiento y reproducción como es el caso del Ecuador y Galápagos.

La original técnica de alimentación de la ballena jorobada es realmente fantástica: varias ballenas forman un grupo que rodea el cardumen por debajo, al tiempo que expulsan aire formando una red de burbujas que van cerrando alrededor del cardumen, forzándolo a subir a la superficie. Ellas se esconden detrás de la cortina de burbujas para el ataque final, y suben con la boca abierta hasta emerger parcialmente, tragándose millares de peces en un solo bocado. El diámetro de la red de burbujas puede alcanzar treinta metros y precisa de la colaboración de todos los individuos; es probablemente el ejemplo más espectacular de colaboración entre mamíferos marinos!

La llegada de las ballenas es un evento que se puede apreciar en la mayor parte de las costas ecuatorianas, pero uno de los mejores lugares para vivir esta experiencia es en Puerto López, un pequeño pueblo de pescadores al sur de la provincia de Manabí. Para ver a las ballenas hay que internarse mar adentro cerca de una hora, y luego con algo de paciencia, poco a poco empiezan los saltos y soplidos entre las olas, el resto es un espectáculo que puede alargarse por varios minutos.

Pero el viaje no termina allí. Al avanzar un poco más se llega a la Isla de la Plata, un lugar lleno de legendarias historias de piratas y corsarios, que actualmente es un sitio de anidamiento de aves marinas. La isla de la Plata forma parte del parque nacional Machalilla, famoso por las evidencias de culturas precolombinas milenarias, esta isla fue un sitio ceremonial de algunas de estas culturas. El parque nacional Machalilla, es un lugar ideal para el ecoturismo de montaña y de playa gracias a sus amplias playas rodeadas por colinas verdes. Hay dos opciones uno que lo lleva exclusivamente a ver las ballenas y a su regreso se hace una parada en la Isla de Salango para la práctica del esnorkel. Aquí encontrará playas de coral y lobos marinos. La otra opción es contratar un tour de día completo en el cual se realiza el avistamiento de las ballenas y luego se visita la Isla de la Plata. Esta isla es considerada el «Mini Galápagos» debido a que allí encuentra las mismas especies que habitan en Galápagos como los piqueros patas azules, patas rojas y enmascarados, las fragatas, pelícanos y albatros. La Isla de la Plata debe su nombre al pirata Sir Francis Drake quien, según la leyenda, enterró el oro robado a los españoles en un lugar secreto de la isla que nunca fue encontrado.

Grupo Navega ofrece la oportunidad de compartir una experiencia única y magnífica, la de observar las ballenas jorobadas en su ambiente natural, siguiendo el Reglamento internacional establecido con el fin de reducir el impacto humano sobre estas los animales y de esta manera garantizar su presencia en esta zona.

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