Hoy queremos enfocarnos en otra rama de la náutica, nos referimos a la pasión por experimentar nuevas sensaciones y descubrir nuevos horizontes para todos aquellos que amamos la mar. Os transportamos hasta Chile, para descubrir una verdadera aventura natural, el avistamiento de Ballenas.
Chile, por sus características geográficas y la falta de plataforma continental, genera las condiciones para que las ballenas puedan acercarse a la costa y alimentarse del abundante krill, esto la convierte en un área muy dinámica que debe considerarse para su proteccion.

La ballena azul es el animal más grande que ha existido en el planeta, llegando a un largo máximo de 33 metros puede vivir 80 años y alcanzar una peso superior a las 100 toneladas, aunque los especimenes encontrados en Chiloé llegan a un largo de 25 a 27 metros. Se alimentan de un pequeño crustáceo llamado krill (entre 2 y 8 toneladas diarias por especie) y que se muestra abundante en las costas de Chile. A diferencia del resto del mundo, Chile se ha convertido en el paraíso de las ballenas. Ha llegado a ser el lugar donde diversos tipos de cetáceos arriban con el objetivo de alimentarse y sobrevivir. Específicamente, en el litoral chileno la costa de Atacama, frente a la isla Chañaral, es una zona predilecta para la alimentación de los mamíferos más grandes de la tierra; del mismo modo que lo hacen en el golfo de Corcovado, Quellón y Melinka. Por otro lado, 2.000 kilómetros al sur, en Punta Arenas, en las inmediaciones de la isla Carlos Tercero, al interior del Parque Marino Francisco Coloane, ballenas jorobadas se han adueñado del lugar. En ese sitio, convergen las aguas subantárticas de los océanos Pacífico y Atlántico con tal abundancia de plancton, que no solamente atrae a estos mamíferos, sino que también a todo tipo de aves marinas.

Ademas Chile presenta una increíble diversidad de mamíferos marinos, de los cuales los pequeños cetáceos son altamente representativos. De esta muy importante diversidad, el delfín chileno, única especie de cetáceo endémica de Chile, el delfín austral y la marsopa espinosa son las especies costeras, que habitan bahías, canales, fiordos y costa expuesta.

El acercarnos a las ballenas en su medio no es ir a un acuario, es una experiencia única donde la sorpresa siempre estará presente, no habrá dos días iguales. Es una actividad que se puede desarrollar en la práctica totalidad de nuestros mares, ver orcas en Canada, ballenas grises en el golfo de Mexico, la inmensa población de calderon del Estrecho y del Mediterráneo, marsopas, belugas en el Mar del Norte, en el Ártico… todo ello es una posibilidad gracias a esta actividad que nos beneficia a nosotros al igual que al medio marino, pues nos ayuda a conocerlo y por este conocimiento a respetarlo.

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